"Mi nueva colección es mucho más madura y sofisticada" explicaba Alexander Wang a WWD poco antes de comenzar su desfile. El diseñador se permite abandonar, aunque sea sólo por un breve instante, sus looks olímpicos basados en prendas deportivas para apostar por una versión muy original del armario de oficina.
Por tanto, el caos más estudiado se adueña deamericanas cropped con rayas ejecutivo, abrigos de corte masculino y elementos del tuxedo combinados con minifaldas tableadas propias de una colegiala sin complejos.
En el ecléctico menú de invierno de Wang también conviven capas de franela de inspiración Sherlock Holmes con piezas fetichistas de cuero negro y vestidos de suave terciopelo color escarlata.
Por Pedro Zozaya
by vogue
M I P R E F E R I D O
(lo unico que no me gusta son las botas)
0 comment